Esta afección puede ocasionar una serie de síntomas incómodos y dolorosos que pueden afectar la calidad de vida de quienes la padecen. En este artículo de nuestra clínica de fisioterapia en Málaga, exploraremos en detalle qué es la neuropatía periférica, qué factores pueden desencadenarla, cómo identificar sus síntomas más comunes, cómo prevenirla y los beneficios de la fisioterapia como tratamiento.

¿Qué es la neuropatía periférica?

Antes de sumergirnos en los detalles, es importante comprender en qué consiste exactamente la neuropatía periférica. Básicamente, esta condición se refiere al daño o disfunción en los nervios periféricos, aquellos nervios que surgen del plexo braquial y el plexo lumbosacro y recorren nuestras extremidades.

Estos nervios son los encargados de transmitir señales sensoriales y motoras, permitiendo que podamos percibir el tacto, el dolor, la presión y mover nuestros músculos de forma adecuada.

Imagínate el interruptor de la luz de tu habitación. Si consideramos que el interruptor es el cerebro, los cables que van por la pared son los nervios y las bombillas son los músculos. Cada vez que quieres encender la luz, presionas el interruptor y éste, a través de los cables, enciende la bombilla.

En el cuerpo, si el cerebro quiere que muevas una extremidad por ejemplo, va a transmitir esa orden a través de los nervios periféricos. Sin embargo, si estos nervios están dañados, la señal no llegará correctamente a los músculos, por lo  que podrías perder la funcionalidad de esa extremidad. La comunicación entre tu cerebro y el resto de tu cuerpo se ve afectada, causando una serie de síntomas desagradables.

sistema nervioso de una persona

¿Qué motivos pueden causar la neuropatía periférica?

Existen diversos factores y condiciones de salud que pueden desencadenar la neuropatía periférica. Uno de los más comunes es la diabetes, ya que los altos niveles de azúcar en la sangre pueden dañar los nervios a lo largo del tiempo.

Otros desencadenantes incluyen enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus, así como el consumo excesivo de alcohol y ciertos medicamentos quimioterapéuticos.

Es importante destacar que cada individuo es único y puede tener factores de riesgo diferentes. No obstante, mantener una buena salud en general y controlar las condiciones que puedas padecer, como la diabetes, puede reducir las probabilidades de desarrollar neuropatía periférica.

Además de los factores mencionados, existen otros desencadenantes menos conocidos que pueden contribuir al desarrollo de la neuropatía periférica. Por ejemplo, la deficiencia de ciertas vitaminas esenciales, como la vitamina B12, puede afectar la salud de los nervios periféricos.

Esta vitamina es crucial para el mantenimiento de la mielina, la capa protectora que recubre los nervios y facilita la transmisión de los impulsos nerviosos.

Otro factor a considerar es la exposición a metales pesados ​​como el plomo, el mercurio y el arsénico, los cuales pueden causar daño nervioso si se acumulan en el organismo.

Estos metales tóxicos pueden encontrarse en el medio ambiente, en el agua potable o incluso en ciertos alimentos, por lo que es importante estar consciente de las fuentes de exposición y tomar medidas para limitar el contacto con ellos.

Las neuropatías periféricas que más nos consultan en BSP Fisio son las neuropatías periféricas compresivas, aquellas en las que el nervio periférico se lesiona a causa de una presión, aunque también puede ocurrir en la médula espinal.

La presión se produce en un segmento de su trayecto debido a estructuras anatómicas o bien a procesos patológicos como procesos inflamatorios, tumores, o un callo de fractura por ejemplo. Se caracterizan por la pérdida de conducción nerviosa y signos negativos neurológicos.

¿Cuáles son los síntomas de CIPN?

Entre los síntomas neurológicos que nos podemos encontrar en este tipo de neuropatías periféricas compresivas, tenemos:

  • Signos de presencia:
    • Parestesias: sensación de hormigueos o entumecimiento en extremidades, como manos o pies.
  • Signos negativos:
    • Alteración de la sensibilidad: ya sea por exceso (hiperalgesia, alodinia) o por defecto (hipoestesia, hipoalgesia)
    • Pérdida de reflejos: alteración de los reflejos miotendinosos.
    • Pérdida de fuerza: de los diferentes músculos inervados por ese nervio periférico.

Lugares de compresión del nervio

Es importante, dentro del razonamiento clínico, diferenciar el lugar de compresión del nervio para poder abordar la neuropatía de la manera más óptima para la recuperación del paciente.

Entre las más comunes o conocidas nos encontramos con:

  • Síndrome del túnel carpiano: producido por la compresión del nervio mediano a su paso por el túnel carpiano (muñeca)
  • Síndrome del túnel cubital: causado por la compresión del nervio cubital a su paso por el codo.
  • Síndrome del túnel tarsiano: afecta al nervio tibial posterior cuando pasa por el tobillo.
  • Compresión del nervio peroneo: se produce al pasar por la cabeza del peroné.

Intentaremos profundizar en los diferentes cuadros clínicos mencionados en futuras entradas de nuestro blog.

¿Cómo prevenir la neuropatía periférica?

Si bien la neuropatía periférica puede ser causada por diferentes factores, existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar esta condición o controlar su progresión.

La prevención y el manejo adecuado de las enfermedades crónicas, como la diabetes, es fundamental.

Además, llevar un estilo de vida saludable, manteniendo una alimentación equilibrada, realizando ejercicio regularmente y evitando el consumo excesivo de alcohol, puede ayudar a mantener una buena salud nerviosa.

Asimismo, es importante tomar precauciones para evitar lesiones físicas, como el uso de protección en entornos laborales peligrosos o la práctica de deportes de forma segura.

En caso de estar diagnosticado de una neuropatía periférica, la mejor manera de prevenir mayores secuelas es acudir precozmente a un fisioterapeuta para que te valore e indique las pautas a seguir para tu recuperación.

Beneficios de la fisioterapia para tratar la neuropatía periférica

La fisioterapia juega un papel fundamental en el tratamiento de la neuropatía periférica. A través de programas de ejercicios específicos y terapias que ayuden a aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de las extremidades afectadas.

Los beneficios de la fisioterapia incluyen:

  • Reducción del dolor
  • Fortalecimiento de los músculos
  • Mejora de la movilidad
  • Recuperación de la sensibilidad

Los ejercicios enfocados en la estimulación de los nervios periféricos pueden ayudar a reactivar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, permitiendo una mejor percepción sensorial y un mayor control de los movimientos.

Es importante tener en cuenta que cada caso de neuropatía periférica es único y requiere un enfoque individualizado en el tratamiento. Un fisioterapeuta capacitado podrá evaluar tus necesidades específicas y diseñar un plan de tratamiento adecuado.

Recuerda siempre buscar la orientación de un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Directora y Fisioterapeuta en BSP FISIO

Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.