En el artículo de la primera parte de «Desenredando el dolor lumbar»   de nuestra clínica de fisioterapia en málaga hablamos sobre los síndromes radiculares y la importancia de conocer la anatomía y la fisiología del sistema nervioso para un adecuado razonamiento clínico y ofrecer el mejor tratamiento posible.

En esta segunda parte, abordaremos los cuadros clínicos de dolor lumbar en los que la fuente de dolor puede ser cualquier patología del disco intervertebral, de las articulaciones facetarias o de las articulaciones sacroilíacas.

Anatomía de la columna lumbar

Para entender las diferentes causas del dolor lumbar, es esencial conocer la anatomía de la columna lumbar. Ésta consta de cinco vértebras (denominadas L1-L5) y se encuentra en la porción inferior de la columna vertebral, justo debajo de las vértebras torácicas. Las vértebras lumbares  son las más grandes y fuertes, ya que soportan el peso del cuerpo cuando estamos de pie.

Partes de la vértebra lumbar:

  • Cuerpo vertebral: grueso y fuerte, su forma es más ancha lateralmente que longitudinalmente. Soporta la carga del tronco superior.
    dibujo de vertebra
  • Arco vertebral: incluye los pedículos y las láminas, formando una estructura que rodea la médula espinal.
  • Apófisis espinosa: proporciona  puntos de inserción para los músculos lumbares.
  • Facetas articulares superiores e inferiores:  estas superficies permiten la articulación entre las vértebras.
  • Apófisis transversas: orientadas de manera diferente en comparación con otras vértebras.

 

Cuadros clínicos del Dolor lumbar

Síndrome discogénico

Cuando el dolor proviene de cualquier patología del disco intervertebral, hablamos de discopatía. La causa más común de dolor lumbar de más de 3 meses de evolución suele estar relacionada con el disco intervertebral.

Patologías del disco intervertebral:

  • Hernia de disco: es la más conocida y incluye degeneración discal, protrusión, extrusión y secuestro.
  • Discitis: infección del disco intervertebral.
  • Degeneración del platillo vertebral: parte más débil del complejo vértebra- disco.

Los síntomas característicos de este síndrome son:

  • Dolor agudo que puede estar acompañado de una incapacidad para moverte (sensación de quedarte bloqueado)
  • Posición lateral de alivio del dolor (lateral shift)
  • Dolor central, que puede ir hacia los lados en forma de franja o hacia la pierna
  • Dolor que empeora con la inclinación anterior, sentado, con cambios posturales
  • Dolor que aumenta con valsalva, tos, estornudos o al hacer fuerza en el baño

Síndrome facetario

Es aquel dolor relacionado con la faceta articular, aunque esto no implica necesariamente degeneración articular o afectación de la raíz nerviosa.

El cuadro clínico se manifiesta con:

  • Dolor unilateral en región facetaria
  • Dolor referido a la pierna sin afectación de la raíz nerviosa.
  • Empeora en l bipedestación en estática, mejora con el movimiento
  • Alivio con flexión lumbar y empeora con la extensión.
  • Dolor nocturno que puede despertarte
  • Rigidez y dolor matutino

Sacroileitis

Cuando el dolor proviene de la articulación sacroilíaca  (ASI) hablamos de  sacroileitis (inflamación de la articulación sacroilíaca).

Sus síntomas característicos son:

  • Dolor localizado en la articulación sacroilíaca, puede irradiar hacia la pierna
  • Poblaciones diana: mujeres con IMC bajo, adolescentes, pacientes traumáticos, mujeres embarazadas y posparto, pacientes reumáticos y postcirugía.
  • Dolor  agudo en movimientos de extensión y cambios de posición

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia?

La fisioterapia, con un buen razonamiento clínico puede  guiarte hacia el mejor tratamiento para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y prevenir recidivas. Algunas herramientas son:

  • Educación terapéutica en dolor: conocer la anatomía de la columna lumbar y la historia natural del disco intervertebral ayuda a crear expectativas reales.
  • Terapia manual: según el cuadro clínico que presente podemos usar movilizaciones articulares (Mulligan, Mckenzie, Maitland) así como técnicas de liberación miofascial que ayuden a bajar la sintomatología del paciente.
  • Ejercicio terapéutico: como venimos diciendo en muchas ocasiones, el ejercicio terapéutico personalizado es una herramienta muy poderosa de la fisioterapia que ayudará al paciente a mantenerse en activo y evitar las recidivas frecuentes.

Recomendaciones de BSP Fisio

Desde BSP Fisio siempre recomendamos un tratamiento específico y personalizado basado en un razonamiento clínico adecuado, enfocado en tres pilares: educación, terapia manual y ejercicio terapéutico.

Si necesitas más información sobre el tema, consúltanos sin compromiso. Te guiaremos en tu proceso hacia tu recuperación.

 

Directora y Fisioterapeuta en BSP FISIO

Fisioterapeuta colegiada nº 1920
• Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga.
• Experta en Terapia miofascial
• Especialista en terapia manual ortopédica
• Especialista en Fisioterapia uroginecológica.